22.8.09

A 29 años del primer grito: "¡¡¡Sportiva Campeón de Dimayor!!!"


Técnico y jugadores porteños recuerdan aquel tremendo éxito conseguido en 1980.

El 23 de agosto de 1980, Sportiva Italiana obtuvo uno de sus logros más significativos: ser campeón de la Dimayor, el torneo más competitivo de los cestos nacionales. La obtención del título coronó una etapa que estuvo marcada por la presencia de grandes jugadores, que al parecer hoy son una especie en extinción.

En aquel memorable campeonato, el plantel, dirigido por José Luis de la Maza, lo integraron solamente basquetbolistas nacionales, lo que le da un doble mérito a la obtención de la corona, tomando en cuenta que otros quintetos se reforzaron convenientemente con figuras extranjeras.

El certamen se disputó entre ocho equipos del país en dos ruedas, en la modalidad todos contra todos. Los rivales de los itálicos fueron Esperanza, Universidad de Chile, Unión Española, Bata de Peñaflor, Naval de Talcahuano, Universidad de Concepción y Español de Talca.

En la estadística final de los itálicos, sobresalen los doce triunfos y sólo dos derrotas, y el haber estado invicto durante diez fechas, hasta que el otro conjunto porteño, Esperanza, dirigido por Jorge Santana, les quitara tal condición.

RECUERDO IMBORRABLE

Para sus compañeros, el líder de aquel plantel fue Oscar Fornoni, quien hace 19 años está radicado en EE.UU. "Ese grupo era de muy buenos amigos, entre los que no había celos, y nos divertíamos jugando", recordó el extraordinario pivote.

Haciendo un somero "flash back", surgen en su mente una serie de anécdotas, como "cuando viajábamos al sur en bus, y 'matábamos' el tiempo jugando 'chiflota' o durmiendo en el piso, porque, con nuestras piernas largas, no podíamos mantenernos sentados".

El título llegó después de haber sido subcampeón de Dimayor en 1979. "Justamente, le ganamos a Thomas Bata en el último partido, el campeón anterior, y eso fue el resultado de mucha gente, especialmente gracias al apoyo de los dirigentes Fernando Ognio, Antonio Galliani y otros más; del trabajo del técnico Renato Raggio, que lo continuó José Luis; de Juanito Hernández, el preparador físico que nos ponía a punto para soportar todos los partidos...", repasó el gran jugador.

La figura goleadora de José Luis "Pipa" Verdejo se extendió por todo el campeonato. El talentoso conductor llevó a la victoria a Sportiva en la mayoría de los encuentros. Claro que en el momento de hacer una evaluación de sus actuaciones destacó que "el trabajo del equipo fue de conjunto, es decir, primaba lo colectivo por sobre lo individual".Asegura que los partidos más complicados fueron ante quintetos que contaban con extranjeros. "Por ejemplo, Unión Española tuvo a Grieg Pritchett y David Mazulla, los que nos ganaron con más de veinte puntos cada uno en el gimnasio Arturo Prat, de San Felipe", explica.


Jorge Antonucci cambió los remos por la pelota, y en poco tiempo se consagró en defensa de Sportiva Italiana. "Yo pienso que el proceso que culminó con los dos títulos de Dimayor, comenzó en 1974, cuando el técnico Renato Raggio se preocupó de armar un equipo más competitivo, pues en la competencia local anterior nos había ido muy mal", explica el histórico itálico.

Para Rual Villella "fue maravilloso obtener un título en el campeonato más importante que se disputa en el nivel nacional". Agrega que "para mí resultó tremendamente sacrificado, porque debía cumplir con mi trabajo en el Casino Municipal de Viña del Mar, los entrenamientos y los partidos de la competencia local y Dimayor". Asegura que ese éxito se tradujo en una inyección anímica para la gente, que siguió al equipo hasta el final, lo mismo que al quinteto de Esperanza. También, se emociona al recordar a los desaparecidos técnicos Renato Raggio y Enzo Pérez, "porque ellos me enseñaron a jugar básquetbol, lo que me permitió defender al club que representa todo para mí: Sportiva Italiana".

Jaime Hernández estaba a punto de retirarse del baloncesto activo, cuando fue protagonista de su último título como jugador. "Es quizás el mejor equipo que ha tenido Sportiva, pues no sólo jugaba bien en el nivel nacional, sino que también en los campeonatos internacionales", expresó aplicando sus conceptos de profesor de educación física.

EL TÉCNICO

La escuela técnica que formó el gran Renato Raggio, la continuó José Luis de la Maza, su discípulo más aventajado. "Para mí, el título de 1980 resultó muy valioso, ya que dirigí a un gran equipo, muy disciplinado, táctico y con muchas jugadas de laboratorio", enfatizó el aún activo entrenador."Aplicábamos de memoria algunos movimientos como 'la cuchara' (formación 1-4), 'el tenedor' (4 puntas) y 'el cuchillo' (una cortada del conductor); manejábamos a la perfección los 30 segundos, que en esos años se permitían en la posesión del balón; y los tiros de distancias que valían sólo dos puntos, pero que ahora serían tres, con un especialista de excepción como Víctor Bahamondez", explicó.


Fuente: Diario El Mercurio de Valparaíso y Dimayor.

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